El Potasio (K) es el tercer macronutriente esencial necesario en el crecimiento de las plantas, por lo cual su limitación afecta considerablemente la producción de los cultivos (Parmar y Sindhu, 2013; Gouda et al., 2018). En las plantas el K desempeña un rol muy importante en procesos como la fotosíntesis, en la cual regula la apertura y el cierre estomático y por tanto la absorción de CO2, además se ha encontrado que está involucrado en la activación de enzimas, síntesis de proteínas, mantenimiento de la turgencia de las células, reducción de la respiración, transporte de azúcares y en absorción de nitrógeno, siendo de esta manera vital para un mejor desarrollo vegetal (Ahmad y Zargar, 2017). El déficit de K genera plantas con raíces poco desarrolladas, baja tasa de crecimiento y baja producción de semillas, lo que se ve reflejado en un menor rendimiento (Bhagyalakshmi et al., 2017). Las deficiencias de potasio no suelen ser iguales que las de nitrógeno o fósforo, sin embargo, la aplicación inadecuada, escorrentía, lixiviación y erosión del suelo suelen ser graves problemas (Ahmad y Zargar, 2017).

Cuando el Biofertilizante se pone en contacto con las semillas, o directamente se aplica en la rizosfera de la planta, las bacterias formuladas en su composición: Pseudomonas koreensis y Pseudomonas vancouverensis, inician el proceso de solubilización del potasio, a través de la producción de ácidos orgánicos, que lo liberan dejándolo disponible para las plantas.

Reducción entre un 50 y un 100% de los fertilizantes químicos potásicos. (KCL, SULFATO DE POTASIO)

• Mayor rendimiento y calidad de las cosechas.

• Excelente para ser usado en esquemas de producción limpia, orgánica y/o ecológica.

• Métodos de aplicación simples.

• La reducción de los fertilizantes químicos, los costos de transporte, carga y almacenamiento.

• Reducción del impacto ambiental generado por el uso indiscriminado de los fertilizantes químicos.

• Ofrece a los cultivos, mayor resistencia a la sequía. (Cambio Climático)

• Menor presión enfermedades, causadas por microorganismos patógenos presentes en el suelo.

• Mejora la estructura del suelo.

• Baja dosis del producto, por su extraordinaria concentración de inóculo. (100 gramos por hectárea de cultivo).